viernes, 30 de abril de 2010

114. Cien almas


Tanto en mis clases lectivas habituales como en las de teatro suelo comentar a los alumnos que existen algunas cosas que no tienen precio básicamente porque no pueden comprarse con dinero. Poner en escena un musical con 100 alumnos es una de ellas y muy especialmente todo el proceso experimentado hasta el alumbramiento de la criatura.

Un 30 de abril de 2010 fue posible que un centenar de almas subieran con sus correspondientes cuerpos a descargar 9 meses de trabajo, de pasión, de risas y llantos, de bonanzas y crisis emocionales. Cada cual con su historia, con su vida, con sus filias y sus fobias; pero con un objetivo común: regalar. En este caso arte, mejor o peor, pero arte al fin y al cabo. Una frase, un gesto, un paso, una nota o un suspiro. Daba igual, el caso era regalar. Fue preciso para ello constituir una cadena de compromiso con eslabones de todo tipo y condición: largos y cortos, estrechos y anchos, ligeros y pesados, experimentados y noveles; mas eslabones todos ellos. Distintos, únicos, irrepetibles, unidos por un vínculo tan inexplicable como cierto. Si uno se caía el otro lo levantaba. Junto a cada lágrima, una sonrisa presta. Junto a cada miedo, un grupo acarreando el cuerpo y abrazando el alma del compañero, del amigo que apenas unas semanas atrás nos era desconocido.

No puedo ocultar que durante el embarazo hubo momentos de debilidad, de flaqueza y hasta de antojo, pero haciendo uso de mi particular balanza emocional, me quedo prácticamente con cada segundo de la experiencia. Con cada soplo de duende, de buenas vibraciones, de piel. Esa piel que no se compra ni con todo el oro del universo mundo, que se vive apenas un instante y deja en los labios un sabor inigualable. Un regusto que se quedará por siempre jamás en las entrañas y recordaremos como lo más parecido a eso que llaman felicidad. Y es mío, y es nuestro, y no me lo pueden arrebatar por mucho que se empeñen. Igualmente, tampoco importarán las inclemencias vividas o por vivir, pues hoy, en este preciso momento, me lo llevo tan guardadito que ni la más feroz de las tormentas podría hundirlo. Es efímero, no voy a engañaros, pero precisamente porque es efímero es tan grande y tan incomparable.

Tremendo el resultado, no cabe duda, pero mucho más grandioso el mentado proceso que permitió alcanzar nuestra particular gloria. Esa que los antiguos asociaban con la eternidad. Un camino con alguna miajita de sangre, mucho sudor y numerosas lágrimas a las que siguieron cientos de miles de entregadas carcajadas. Y todo ello para hacer posible un sueño plagado de tules y mallas, de viento y cuerda, de chisteras y palomas, de tacones, de puntas y zapatillas anchas, de versos que nacen de las tripas, de corazones bombeando al son de la percusión. Esa misma que marca el ritmo del espectáculo, del querer y del odiar. De la vida, al fin y al cabo.

Gracias y hasta la próxima.

Almasy©



LOS RONALDOS: "No puedo vivir sin ti"

7 comentarios:

Clara dijo...

¡Qué bien cuentas lo de estos meses! Felicidades por ellos.
Y por el buen rato del jueves. ¡Qué bien! Otra vez felicidades.
Y gracias.
Es verdad: ¡No hay manera!

Rafael dijo...

Si hay personas que critican la enseñanza y a los jovenes, supongo que no conoceran vuestro instituto, como padre de alumno, he de felicitaros y daros las gracias por la semilla que estais depositando en nuestros hijos. Felicitacion especial a tu trabajo, pues has conseguido que uno chicos y chicas se conviertan en un grupo de personas con un objetivo comun.

ANGELA dijo...

gracias por ese regalo que es el arte,pude asistir a la obra de teatro y me entusiasmó,es de estas obras que dan alegría, elevan el espíritu y en ella el autor nos transmite algo tan dificil de conseguir y a la vez tan sencillo como es el respeto y la convivencia entre las diferentes personas y culturas;además los chicos pusieron todo lo mejor de ellos, y eso se notó.lo único que puedo decir es que me siento afortunada porque mis hijos tienen la gran suerte de tener personas a su lado que saben transmitirles : esfuerzo ,entusiasmo y alegría por aprender.Te animo a que sigas creando muchas obras.MUCHAS FELICIDADES. Y otra vez gracias de todo corazón.

Anónimo dijo...

Muchos son los méritos contraídos por tu dirección de ese macroacontecimiento sobre el escenario del teatro Villa de Móstoles. Inmensos reencuentros con uno mismo, añorando aquellos años en
que uno también desarrolló el papel
de actor.
Alegrías, vivencias, sentimientos plasmados en todos y cada uno de los actos.Éxito total, pero faltó una expresión corporal más ajustada al evento. Ánonimo

Kloud dijo...

Muy grande la obra, un gran trabajo coordinar tanta gente y parir algo tan bestial!!!! Increible.

jime A dijo...

Sentì mucho no poder asistir, me dijeros que estuvo GENIAL!. Despuès de leer los comentarios escritos al respecto me quedan aùn màs ganas. ¡ENHORABUENA POR TU TRABAJO! Besos tu prima

marino dijo...

Mira Jaime son las 14:15 de Mayo de 2010.acabo de leer tu blog sobre 100 almas.
El espectáculo en sí representa
un éxito rotundo en cuanto conlleva una educación más polivalente del joven de hoy día.Es dificil armonizar a 100 personas sobre un escenario, pero lograste un éxito rotundo; pero la expresión gestual no
hizo pleno en su logro.MARINO

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