jueves, 26 de mayo de 2011

159. Izquierda, izquierda, derecha, derecha...

Hablaba en cierta ocasión alegremente de las izquierdas y las derechas durante la II República Española cuando un alumno me interrumpió dejándome seco: “Una duda antes de que continúes, profe, ¿qué diferencia hay entre las izquierdas y las derechas?”. Estupefacto y desorientado me disponía a argumentar mi respuesta cuando sonó el timbre que anunciaba el final de la clase. “Mañana te contesto”, acerté a rematar. Pude pasar la tarde sin recapacitar un ápice sobre la pregunta formulada y la respuesta que daría, mas a punto de entornar los ojos y de entregarme al plácido sueño que me suele acompañar cada noche, me sobresaltó un fogonazo en forma de reflexión en torno a la promesa verbalizada que debería hacer efectiva al alba.

En calidad de varón, y por tanto incapaz de hacer y/o pensar dos cosas a un tiempo, resolví centrarme en definir solo las izquierdas o solo las derechas, pues el resultado me permitiría explicar el contrario por oposición. Antónimo, creo que lo llaman los de lengua. “¿Lo has entendido? ¿Sí? Pues la otra todo igual pero al revés”.

Me decanté por la izquierda, por eso de que sonaba más cálida y sugerente para las horas del día en que me encontraba y me puse a pensar cuál podría ser su leitmotiv y el resto de rasgos complementarios que la definen. ¿La ideología que ampara a los pobres? Demasiado simplista tal vez, pues por esa regla de tres los ricos del Medievo eran de izquierdas, ya que se ocuparon con fruición de amparar a los pobres a través de la limosna. Esa que les permitiría posteriormente alcanzar el Paraíso como recompensa a sus buenas obras en vida. Hasta tal punto ampararon a los pobres que no permitieron que desaparecieran, fíjense si se preocuparon por ellos. ¿La ideología de la clase obrera? Tampoco me acababa de convencer el asunto, pues la afirmación negaba cualquier pensamiento izquierdista anterior al nacimiento del proletariado, hecho que acontece en el siglo XIX. ¿No habría pues gentes de izquierdas en la Antigüedad Clásica? ¿Jesucristo tal vez? Demasiado reduccionista por tanto la asociación con el obrerismo, no me valía. ¿Acaso la ideología de los que defienden un equitativo reparto de la riqueza? Por ahí me encajaba algo más la cosa y tiré del hilo; pero nuevamente surgieron las dudas: ¿un poco para todos? ¿Y por qué no un mucho y bueno? Porque digo yo que ser de izquierdas no será ser gilipollas y renunciar a poder vivir en una estupenda mansión de 1 hectárea en lugar de en una solución habitacional de 25 metros cuadrados. Que de poder elegir vacaciones preferirán bañarse en aguas de Bora Bora antes que de Benidorm, que si pueden enfundarse ese traje de Armani que les sienta como un guante, renunciarán al del mercadillo que les queda como una manopla y que si tienen acceso al jamón ibérico que el york se lo coma la puta madre del que corresponda. ¿O no?

Se empezaban a agotar las posibilidades, pero lejos de cejar en el empeño proseguí articulando el cerebelo. ¿Sinónimo de progresismo? El diccionario pronto me cortó esta fuente de inspiración, pues rezaba que un progresista es aquel que defiende o procura defender el avance tanto en cantidad como en perfección. Y digo que me cortó porque necesariamente las derechas se hubiesen identificado en este caso con lo regresivo, con favorecer no ya el inmovilismo, sino el retroceso y la marcha hacia la imperfección, y en principio mi respuesta pretendía brillar por su asepsia. Además, me podía imaginar la relación inmediata que establecería el susodicho alumno, simple y llana, que no necesariamente simplista: “¿Entonces, profe, los de derechas son sádicos maléficos que se afanan en autolesionarse y lesionar?”.

¿Un liberal tal vez? Mierda, en este caso la historia me dejaba sin argumentos. El siglo XIX español era la prueba evidente: llenito de liberales, de una cuerda y de la otra, pero todos llamándose “Liberales” de nombre y luego ya el “de Izquierdas” o “de Derechas” de apellido, así que parecía que la vinculación se desvanecía apenas aterrizada.

¿Aquellos que anteponen las políticas sociales a los intereses económicos? Inmediatamente me sobrevinieron algunas medidas adoptadas recientemente por gobiernos que dicen llamarse de izquierdas, como los recortes salariales, el visto bueno a los despidos masivos de multinacionales, las concesiones a la banca privada o el retraso de la edad de jubilación. ¿Motivo? Para salir de la crisis económica. ¿Pero no quedamos en que primero era lo social y luego lo económico? ¡Qué chasco!

Finalmente un sueño agonizante se apoderó de mí y me condujo hasta la mañana siguiente. Inquieto, desembarqué en mi clase habitual. Quise driblar mi compromiso prosiguiendo como si nada, pero el discente recordó presto mi ofrecimiento y me puso contra las cuerdas. Tragué saliva e intenté mantenerle la mirada. Avergonzado y tembloroso, apenas pude balbucear: “No lo sé”.

Almasy©



Enrique y Ana: "La Yenka"

4 comentarios:

alicia dijo...

Creo que el término que mejor le cuadra a ser de izquierdas es el de igualdad, que se relaciona, en mi opinión con tu tercer párrafo: "¿Acaso la ideología de los que defienden un equitativo reparto de la riqueza? Por ahí me encajaba algo más la cosa y tiré del hilo;". Pero... Supongo que te refieres al concepto de dar a cada uno según su merecimiento... y entonces me parece que lo que sigue es una falacia porque dices: "¿un poco para todos? ¿Y por qué no un mucho y bueno?". Y lo de "poco", que yo sepa, no aparece recogido en ningún Manifiesto... Sí la igualdad... Porque, a ver, ¿por que no puede un chaval de La Moraleja, pongo por caso, escoger, según su voluntad y capacidades, hacer un PCPI o un Grado Medio en Electricidad?... ¡Es una injusticia que ellos siempre tengan que ir a la universidad y hacer un máster tras otro... No hay derecho a que les recorten de esa forma su libertad de elección... por haber nacido en determinada clase social. Y esa defensa viene de parte de la izquierda. Igualdad y reparto según necesidades y merecimiento: ésa es, para mí, la clave.

Anónimo dijo...

¿Igualdad, merecimiento, necesidades? ¿De qué habla Alicia? Ah, ya lo entiendo, que el PSOE se ha propuesto para que seamos todos iguales dejarnos sin trabajo porque nos lo merecemos y además no tenemos necesidades que cubrir. FRANCISCO JAVIER, FUTURO DESEMPLEADO DE EMPRESA MULTINACIONAL, CASADO, PADRE DE 2 NIÑOS, INGENIERO DE TELECOMUNICACIONES CON UN SALARIO ACTUAL DE 1500 EUROS, CON HIPOTECA Y ALGUNA QUE OTRA NECESIDAD (LUZ, AGUA, GAS, COMIDA, ROPA Y TABACO BÁSICAMENTE)

alicia dijo...

Francisco Javier: en mi opinión, el PSOE hace mucho que no es un partido de izquierdas (por lo menos, por lo menos, desde que en un congreso celebrado en Francia dejó de denominarse "marxista"). De lo que yo hablo (que era su primera pregunta) es de una ideología basada en esos presupuestos. Que, es evidente, hoy no existe institucionalmente.

Anónimo dijo...

Chiste del maestro Mingote: Pregunta un nietecito a su abuelo: "Abuelo, ¿qué es mejor, ser de derechas o de izquierdas?" Responde el abuelo: "Lo primero. lo primero, no ser gilipollas" Lo mismo afirma Ortega y Gasset en el prólogo a "La rebelión de las masas", pero claro está, con otras palabras.
Tiene razón Alicia cuando habla de la igualdad de oportunidades; la educación es la única manera de crear igualdad social. Como es un proceso lento y que cubre varias generaciones, no interesa a los políticos, preocupados por lo inmediato y tan sólo por ganar elecciones...El PSOE, el partido más reaccionario de la historia reciente de España... con su LOGSE elimina toda posibilidad de igualdad de oportunidades, reduce a la miseria a la enseñanza pública eliminando toda selección y por tanto toda promoción de los más desfavorecidos, pero a cambio se asegura, gracias también a la televisión, la ignorancia de toda la nación, buscando perpetuarse en el poder: ése es su único objetivo.
Mariano Aguirre

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