jueves, 8 de marzo de 2012

189. Aristas y paradojas oscuras de la crisis

1. La más evidente es que nos llegó como un bofetón en el cielo del hocico, sin tiempo alguno ni previo aviso para ponernos recos y aguantar el tirón. Y es que mucho se criticó a Pepe Luis por llamar desaceleración a lo que luego ha resultado ser un hostiazo en toda regla; pero pregúntome yo ande estaban todo esos sesudos economistas que no advirtieron o no quisieron advertir –que todo puede ser– la que se nos venía encima.

2. No me negarán tampoco que con los primeros latigazos, cuando empezó a caer fundamentalmente el sector de la construcción, a muchos, entre los que me incluyo, nos sobrevino un rotundo e irracional: “Que se jodan, que han chupado mucho durante años y no les viene mal un sopapo de esta índole”. Sin embargo, no reparábamos al pronunciarlas que el estallido de la burbuja nos salpicaría a todos y que el jodido especulador no iba a ser el único que se comiese el marrón. Globalización lo llaman ahora. En este caso del marrón.

3. Paradojas de la historia, la cuna de la civilización occidental: Grecia, resulta ser ahora el lastre del que parece querer desprenderse el viejo continente. Ya estoy viendo a algún escritor oportunista frotándose las manos solo con pensar en títulos del tipo: Grecia. Auge y caída de un Gran Imperio.

4. Muy a nuestro pesar a los profesionales de la educación la crisis ha motivado una simplificación extrema de los consejos orientadores en materia académico-profesional. Tanto es así que cuando ahora un alumno me cuestiona: “Profe, ¿qué tiene salidas?”, solo se me ocurre devolverles un: “Buena pregunta”.

5. No hace más de 5 años comprábamos de todo aunque no tuviésemos dinero. Ahora, aunque tengamos dinero no compramos de nada. ¿Miedo escénico acaso?

6. No hace más de 5 años te ofrecían un trabajo por 1.000 euros y soltabas un “¡tu puta madre!”. Ahora, te ofrecen un trabajo por 1.000 euros y proclamas un: “¡de puta madre!”. ¿Qué ha cambiado si siguen siendo 1.000 euros?

7. Tradicionalmente la sociedad se había bipolarizado en ricos y pobres. Ahora, en cambio, entre estos últimos se ha diversificado la cosa: están los pobres con trabajo –también conocidos como clase media– y los pobres sin trabajo. Los ricos siguen siendo ricos a secas.

8. Últimamente no es extraño contemplar anuncios del tipo: “se precisa ingeniero de telecomunicaciones para trabajar como antenista en empresa seria y solvente”, “se busca ingeniero industrial para conducir toro mecánico en fábrica con posibilidades de expansión” o “se requiere ingeniero informático para ejercer como vendedor en tienda de ordenadores”. Una pena. Una putada. Las dos a un tiempo.

9. Lo que venían siendo derechos utópicos, pero derechos al fin al cabo reconocidos y escritos con letras grandotas en constituciones y demás textos legales: a una vivienda, a un trabajo digno…, han tornado como por arte de birlibirloque en privilegios. Y la cosa cambia, oigan.

10. Lo peor de todo, si me apuran, es que nos ha retrotraído en materia de pensamiento como mínimo a la Edad Media, cuando toda explicación se remitía a la obra y gracia de Dios. Solo que hemos cambiado Dios por Crisis. Ahora todo se justifica a partir de esta. Que sube el paro: la crisis. Que proliferan los recortes: la crisis. Que pierde mi equipo: la crisis. Que se me quema el bizcocho en el horno: la crisis. Que la parienta me niega el sexo: la crisis. La puta crisis.

Almasy©


BSO STAR WARS


1 comentarios:

AlbaGP dijo...

Muy Buena entrada. No podría haber explicado mejor el castigo de éste nuestro poderoso Dios Capitalismo, cuyo profeta es el Dinero...de mal en peor. Huele todo a rancio que apesta...me hierve la sangre.

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