jueves, 13 de octubre de 2011

172. Trío de pseudopoemas



EL ENGAÑO


Cuando niño,

no contaría más

de diez años,

me engañaron.

Fue un cura.

En mundana charla

o en oficial confesión.

No acierto a recordar.

Me dijo que

cuando adulto

comprendería el sentido

de la vida,

los entresijos

de la muerte.

Que entendería

por qué el hierro

no es madera,

por qué el agua

no sabe a vino

y por qué

emprender la ruta

hacia el norte,

necesariamente implicaba

no hacerlo

hacia el sur.

Así como

por qué el camino llano

a veces torna abrupto.

¡Qué digo a veces!

Muchas veces.

Que vería razón

en el devenir

de cada día,

y lógica donde

solo parecieran

darse cita

azar y caos.

Me dijo que

cesara de pensar

cosas de mayores

y me conformase

con pensar

cosas de críos.

Que no tenía sentido

empeñarse

en comprender ahora

lo que por sí solo

se comprendería mañana.

En resumidas cuentas,

que mis incertidumbres

se disiparían,

que mis penas,

mutarían en luminosas alegrías,

que mis misterios sin resolver

pasarían a convertirse

en misterios resueltos.

Así de sencillo,

así de fácil.

Bastaba con esperar

unos años.

Esos que separaban

la infancia,

de la edad adulta.

Sin embargo,

hoy,

un cuarto de siglo

después de aquella charla,

tal vez confesión,

sigo sin entender

nada.


Almasy©


POESÍA CONTEMPORÁNEA


“¿Qué es la inmensa mayoría

de la poesía contemporánea?”,

dices mientras clavas

en mi pupila

tu pupila azul.

“¿Y tú me lo preguntas?”.

La inmensa mayoría

de la poesía contemporánea

es prosa tabulada.


Almasy©


VER MUNDO


No fue

sino en la Coruña,

donde nació

y creció presto,

mi buen amigo

Ernesto;

mas,

con dieciocho aniversarios cumplidos,

decidió ver mundo,

salir del cascarón,

cambiar de rumbo.

Marchó entonces

a estudiar a Lugo,

casó en Orense

y residió

en Pontevedra

hasta el fin

de sus días.

Vamos,

que vio mundo.


Almasy©

NACH: "Poesía difusa"

1 comentarios:

MARIBEL dijo...

Me ha gustado lo de la prosa tabulada... porque es que algunos que "se dicen" poetas, tienen un morro... Bueno, de esos los hay en todos los ámbitos, porque si miramos algunos cuadros de pintores "consagrados", acabamos haciendonos cruces (será por eso de que son consagrados...)
Un abrazo

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