viernes, 16 de octubre de 2009

86. FFAA

La cruda realidad es lo que tiene. Que es cruda. Y no entiendo por qué algunos se empeñan en disfrazarla de hermanita pobre de la caridad. A este respecto quería referirme a los últimos anuncios televisivos con los que nos ha deleitado el Ministerio de Defensa a fin de anticiparnos la Festividad del 12 de Octubre. Estos siguen en la línea de otros que de un lustro a esta parte insisten en presentarnos a las Fuerzas Armadas como una suerte de ONG sin fronteras que va repartiendo botes de leche condensada y besitos en la oreja allá por donde van. Y es que hasta donde mi recortada sesera alcanza, los soldados portan armas que suelen emplearse con saña en guerras para matar y evitar ser abatido. De eso creo que tratan las contiendas bélicas. Sin embargo, los citados spots abogan por vendernos una imagen edulcorada en la que pareciera que los reclutas están haciendo en los cuarteles una especie de FP en la que son formados en el arte de la papiroflexia, el macramé y las cocinitas humanitarias.

Conste en acta que estas denuncias no encierran un absurdo antimilitarismo de los que pregonan eso de “¿Qué pasa si hay una guerra y no vamos nadie?” Supongo que tal y como está montado el tinglado es necesario que alguien esté dispuesto a defender o atacar haciendo uso de la violencia. Así ha sido siempre, así es y no soy pájaro de mal agüero si sentencio que así será, teniendo a este respecto más razón que un santo el oscuro Thomas Hobbes cuando enunciara aquello de “Bellum omnium contra omnes”; o sea, “todos a hostias contra todos” como triste condición innata y permanente del ser humano.

No obstante, los máximos responsables de la autoridades castrenses insisten contumaces en encargar a los publicistas campañas con las que nos recalcan que los soldaditos de a pie son uno más. Y no es cierto. Yo no llevo un fusil de asalto y ellos sí. Punto. No hay más. Bueno, miento, sí hay algo más. Para portar dicho fusil nuestro ejército, desconozco lo que hacen otros, solo exige un 80 de coeficiente intelectual y el graduado escolar. No hace mucho eran 70 de CI, umbral de la deficiencia mental, y ¡sin graduado escolar! ¡Toma Geroma pastillas de goma!

Por todo lo apuntado, y lo que me guardo por respeto a la mucha gente de bien que debe encuadrarse en las Fuerzas Armadas, ruego a los marciales mandamases cesen de gastarse el dinero de todos con estas propuestas publicitarias o acabaré echando la real pota y suscribiendo las palabras que uno de mis viejos profesores de historia antigua pronunciara para referirse al siete veces cónsul y militar romano Cayo Mario: “Mario, como buen militar, tenía poca cabeza”.

Almasy©

LOS SUAVES: “Ourense-Bosnia”

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Es que la guerra, "es la guerra" tristemente.
Felicidades por tu gira por la ciudad de mi madre, Badajoz.
Y mucha mierda, ja, ja, ja...

Salu2.

MARIBEL dijo...

Y lo malo es que hasta los mismos militares están hechos un lío, y ni ellos mismos saben cual es "su sitio"

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