viernes, 11 de septiembre de 2009

81. Calidad Educativa

Muy de moda está últimamente lo de etiquetarlo todo con distintivos de calidad que no suelen ser tales. Concretamente en el educativo los peperos se atrevieron incluso a bautizar con Calidad (Cali para familiares y amigos íntimos) a su ley y en la actualidad la presidenta de la Comunidad, la que votamos por mayoría absoluta una y otra vez, le duele la boca de clamar a los cuatro vientos la existencia de una Dirección General de Calidad Educativa que supuestamente abandera la cruzada de la excelencia. Yo no soy demasiado listo, lo reconozco, y no tengo la menor idea de cómo conseguir una educación de calidad; pero sí me considero cuando menos intuitivo y sobre todo observador y estas cualidades, aunque esté mal que yo mismo me las atribuya, me han permitido al menos detectar lo que no es calidad. No es moco de pavo, ¿verdad?, pues dicen los que saben más de esto que a la respuesta correcta de un test se puede llegar por el simple y directo conocimiento de la misma o bien por eliminación de las que están lejos de ser ciertas.

Dicho lo cual, me atrevo a denunciar de manera desordenada y casi a modo de vómito lo que no es calidad en nuestro actual sistema educativo. Los que están en el ajo sabrán prestos de qué les hablo y asentirán resignados, mientras que los que son ajenos a este mundillo comprenderán como mínimo que no es oro todo lo que reluce:

-No es calidad mantener unos exámenes de septiembre para recuperar materias suspensas cuando una inmensa parte de nuestro alumnado o bien no las prepara o directamente no se presenta.

-No es calidad que aquellos que mediana o enteramente preparan dichos exámenes deban realizarlos en apenas dos días por eso de que hay que empezar el curso a la mayor brevedad sí o sí.

-No es calidad hacinar a los alumnos en aulas sin aire acondicionado para afrontar sin la comodidad que se merecen lo que eufemísticamente nos atrevemos a llamar convocatoria extraordinaria.

-No es calidad que un profesor termine de examinar a 70 criaturas a las 20 horas de un día y le hagamos meterse para el pecho la corrección de los mismos esa misma noche para entregar las notas al día siguiente a las 8 horas de la mañana.

-No es calidad que algunos de esos correctores no sean los propios docentes del alumno, situación harto frecuente cuando un compañero se jubila o se traslada, por ejemplo.

-No es calidad encontrase con que a algunos de esos exámenes se personen alumnos con sus hermanos pequeños porque no tenían con quién dejarlos. Supongo que huelga decir que ser un servicio social no nos convierte ni en una ONG, ni en una guardería, ni un servicio de parking gratuito. ¿O tal vez sí?

-No es calidad que esos mismos profesores deban celebrar las juntas de evaluación de esos alumnos en jornadas maratonianas cronometradas en las que no tienen tiempo ni para echarse unas risas con las que relajar el ambiente, tomarse un café tranquilos o irse a orinar sin mirar el reloj.

-No es calidad que en esas sesiones de evaluación la junta de profesores tenga que abordar en unos 45 minutos de media la situación personal del alumno, si le conviene cursar recuperación de matemáticas o de lengua, si debe o no acudir a compensatoria, si tal vez tenga perfil de alumno de integración, si merece ingresar en un programa de diversificación, si consideramos votar su promoción y/o titulación cuando tiene suspensas una, dos o tres tras desentrañar si esas una, dos o tres cuentan como una, como dos o como infinito y si además arrastra pendientes de cursos anteriores, si debemos mantener un bloque de personas o disolverlo y si recomendamos al chaval un futuro ligado a insoportables siglas: PCPI, ACE, PAU, FP, BACH… Total, como solo es el futuro de los demás.

-No es calidad tener en la misma jornada que entregar notas, atender reclamaciones que se hacen tarde, mal y nunca e invitar a los alumnos a que se matriculen deprisa y corriendo para el siguiente curso tras esperar ingentes colas a fin de satisfacer lo de siempre: empezar cuanto antes sin razones y por cojones. Como sea, pero empezar para cubrir el expediente.

-No es calidad pedirle a un equipo directivo que haga los horarios del curso y disponga a los alumnos en grupos en cuatro miserables días en los que acabas zombie, encabronado o las dos a un tiempo. Eso después de haber desperdiciado la segunda quincena de julio mirando al sol o enredado con el bricolaje del despacho porque no hay nada útil que hacer; pero debe permanecer en un instituto desolado por el que no aparece ni el Tato.

-No es calidad que las comisiones de escolarización pasen el año trabajando con habas contadas y en apenas una semana tengan que atender cientos de personas y reclamaciones cuya correcta resolución resulta materialmente imposible.

-No es calidad meter 35 ó 40 alumnos por aula en algunos casos y esperar que los profesionales puedan dar respuesta satisfactoria a la diversidad de cada una de las criaturas.

-No es calidad reducir las plantillas cuando supuestamente para salir de la crisis deberíamos formar sin tregua a profesionales de todo tipo que se preocupen por algo más allá del ladrillo.

-No es calidad empeñarse en empezar el curso cuanto antes para que los padres nos libremos de los críos y que a nadie se le haya ocurrido evaluar los resultados de esta tendencia anticipatoria desmedida.

-No es calidad presumir de calidad a base de montar cuatro concursos y tres premios al año.

-No es calidad que cada vez que una nueva cifra de fracaso escolar sale a la luz, a alguna mente lúcida con cargo se le ocurra que todo pasa por incrementar las horas de las materias instrumentales.

-No es calidad reducir la carga horaria de esas asignaturas que suenan importantes, serias, contundentes, de toda la vida, como la Física y la Química.

-No es calidad privar a un alumno de cursar lo que más le interesa argumentando que le interesa a pocos. ¿Acaso no nos vanagloriamos de vivir en una sociedad plurinacional que atiende a las minorías?

-No es calidad que el Equipo Directivo de un centro figure como Jefe de Personal y que, sin embargo, apenas tenga potestad para seleccionarlo.

-No es calidad que un alumno de la Comunidad de Madrid comience a saber dónde está el río Alberche y a desconocer dónde está el Tajo.

-No es calidad que tareas tan poco ingratas, como las de los tutores, no se vean reconocidas salarialmente, frente a otras mucho menos ingratas, como las jefaturas de departamento, que sí cuentan con esta distinción.

-No es calidad que un centro se llame bilingüe por haber puesto los letreros en tres idiomas y porque sus docentes hayan hecho un intensivo en lengua extranjera para dedicarse únicamente a darles a los críos interminables listados de vocabulario inútil.

-No es calidad que hayamos construido una sociedad en la que muchos adolescentes se dirijan con exquisita educación al dependiente de una tienda y groseramente a su profesor.

-No es calidad hacinar alumnos inmigrantes en guetos.

-No es calidad que el sistema educativo permita una estructura en la que para que unos vivan muy bien otros deben vivir muy mal.

-No es calidad que los institutos nos intercambiemos a los alumnos más conflictivos como si fuesen cromos porque realmente no hay otra alternativa.

-No es calidad que la única medida disciplinaria medianamente seria de la que disponemos para mejorar la convivencia de un centro sea la expulsión.

-No es calidad que un docente que habita en Aranjuez trabaje en Cercedilla y que uno de Cercedilla trabaje en Aranjuez.

-No es calidad imponer nuevas instrucciones y/o leyes que afecten al devenir del curso en pleno curso.

-No es calidad que algunos centros públicos mendiguen alumnos y que a otros les sobren. ¿Es lícito que un servicio público entre en feroz competencia con otro?

-No es calidad que un docente esté 15 años en expectativa de destino al tiempo que continúan convocándose oposiciones.

-No es calidad acojonar al personal con la jodienda de la gripe A para luego iniciar el curso normalmente como si nada.

-No es calidad que un alumno de ESO pueda titular sin saber ni papa de Matemáticas, Sociales e Inglés simplemente porque la ley permita que una junta docente así lo considere.

-No es calidad que alumnos de hasta 20 años convivan con alumnos de 12 años bajo el mismo techo.

-No es calidad que la única virtud que se reconozca en esta sociedad a nuestra profesión sea el número de vacaciones con las que contamos.

-No es calidad que haya alumnos que se pasan 8 años con nosotros y no hayamos conocido a sus padres.

-No es calidad que un alumno de Madrid sepa cosas radicalmente distintas que uno de Murcia y desconozca mil asuntos que sí controla uno de Soria.

-No es calidad no ofrecerle al Equipo Directivo de un centro la posibilidad de canjear parte de su complemento salarial a cambio de unas merecidas vacaciones la segunda quincena de septiembre.

-No es calidad que en los centros educativos, incluso en aquellos designados para alumnos motóricos, no hayan desaparecido por completo las barreras arquitectónicas.

-No es calidad que los profesionales de los servicios sociales básicos: educación y sanidad, no sean los más altamente remunerados desde el punto de vista salarial.

-No es calidad que los generales dirijan la contienda desde la retaguardia sin atender a las recomendaciones de los soldados que batallan al pie de la trinchera.

-No es calidad que el sistema educativo se articule en torno a situaciones de tensión. Así, padres y alumnos son enemigos irreconciliables de los profesores, quienes a su vez rivalizan con unos equipos directivos que por su parte huyen despavoridos de los inspectores. ¿Acaso no estamos todos en el mismo barco?

-No es calidad que la Señora Pedagogía se haya impuesto al Señor Sentido Común.

-No es calidad que la ley educativa que rige un país cambie con cada gobierno diferente que sube al poder.

¿Sigo?

Almasy©

MANU CHAO: "Mentira"


8 comentarios:

Gea dijo...

Se puede decir más alto,escribirlo con mayúsculas, seguir enumerando..., pero más CLARO:¡IMPOSIBLE!
Lúcida y contundente entrada, no exenta de cierta amargura eclipsada por el optimismo y la ilusión con que afrontamos nuestro trabajo cada día que amanece.

Adrián F. Vellé dijo...

Me has abierto los ojos jajaja! Ya sabía de alguna cosa sí, pero he leido alguna que telita... ánimo Jaime, Spain is different jajaja

Clara dijo...

¿Dónde hay que firmar? (casi todo). ¡Ah, no!, que nosotros no somos de protestar mucho ante quienes podrían cambiar algo.
Y, por otra parte, resulta que entre esta amalgama de sinsabores y estropicios, sobreviven, conviven, se construyen y aprenden miles de alumnos/as que, además, son personas.
En fin, otro comienzo de curso, con la adrenalina que nos inyecta a algunos/as. Días en los que creemos que, este año sí, se va a cumplir lo que queremos y aquello para lo que trabajamos.

Eladio Balboa dijo...

Por supuesto esta es una entrada para "linkear". A algunos padres de mis alumnos les interesará.

Lucas dijo...

Es algo palmariamente ymeridiano todo cuanto dices y expresas sobre la calidad de enseñanza. Es tan obvio que a la postre podemos decir que hoy abunda en la enseñanza como en todos los órdenes de la vida, la mediocridad.
Ahora bien no sólo es La Presidenta de la Comunidad de Madrid; son todos los presidentes de las distintas comunidades quienes hacen lo mismo.Eso es ser objetivo y real

QMPilar dijo...

Pues como no nos hagas otra lista con cuatro cosas que funcionen bien, nos vamos a quedar todos en casa llorando a lágrima viva.
Ideas: La cafetería,
La cafetería.... ¿He nombrado la cafetería?

Tamara dijo...

Jaime, tienes toda la razón.
Esto no debería e seguir así...
It's time to change!!

Un saludo

Sofi dijo...

Te has lucido en esta Jaime... más claro, agua. Probablemente el inicio de septiembre haya influído en escribir una entrada tan contundente...
Mucho ánimo para el comienzo de este nuevo curso. Un abrazo

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