viernes, 2 de septiembre de 2011

166. He vuelto

Volví al ruedo. Fue un día cualquiera, 8 de agosto para más señas. No era mi cumpleaños, ni celebraba ningún aniversario ni efeméride de relumbrón. De hecho, coincidió que era un jodido lunes. De vacaciones, pero jodido lunes al fin y al cabo. Atrás quedaron lesiones y sobre todo excusas. La familia y el trabajo entre las más recurrentes, si bien no era sino una forma de negar la realidad: me había acomodado. En los últimos meses había visto como mis curvas y, lo que es peor, mis sensaciones corpóreas –tanto físicas como psíquicas, pues no en vano cuerpo y alma están interrelacionados, ya saben, mens sana in corpore tullido– se habían deteriorado. Hasta el tontoelpueblo osó hace un par de semanas a sugerirme que mi barriga empezaba a alcanzar límites extraterrestres mientras yo me abandonaba solícito al condumio y al sillón-ball. Lo del condumio sabe Dios que no voy a dejarlo, pues se cuenta entre mis pasiones, así que la cosa pasaba por levantar el ojete del sillón-ball y volver a enfundarme pantaloneta corta, camiseta de tirantes, calcetines tobilleros y zapatillas para corredor pesado. O sea, yo. Encontrándome en León lo de la camiseta de tirantes era una osadía, así que opté por una elástica de manga larga que otrora me quedaba repintona. Ahora la cosa va por otros derroteros. Digamos que al menos no la reviento todavía.

No sé qué me impulsó finalmente a aventurarme, pero el caso es que reuní el coraje necesario para salir a rodar a eso de las 21 horas. Al principio apocadamente, casi temiendo cualquier impacto de mis pies con el asfalto. Cuando alcancé el camino de tierra parece que me relajé y empecé a creérmelo. Portaba teléfono móvil y me acompañaba música noventera fiable, Extremoduro para más señas, que me invitaba a volar con vehemencia. Solté pues el paso y los brazos, como me enseñaron mis colegas del Club de Atletismo de Móstoles. “Esos brazos, rubio, coño, que acompañen las piernas”, me decía el difunto-que-en-paz-descanse Abuelo.

Los mosquitos comenzaron a freírme, así que apreté la zancada lo que pude, que, no nos engañemos, no fue gran cosa. Los jadeos afloraban y las piernas percibían dolientemente cada aterrizaje en el piso, pero tales padecimientos no podían con mi renovada ilusión. Me fijaba pequeños objetivos que me animasen a continuar: hasta el seto, hasta el puente, hasta aquel árbol… Cualquier cosa valía para no apagar un trote al que el adjetivo cochinero le quedaba grande. De repente, en sentido contrario, aparecieron dos pavas tremendas –ataviadas con shorts muy shorts y tops muy tops– dando su paseo de media tarde. Apreté el culo y medio esprinté, que pareciera que estaba haciendo series. Por aquello de aparentar y tirarme el pisto delante de las féminas, ni más ni menos, pues en cuanto las perdí de vista estuve a punto de echar el bofe.

El cronómetro corría lento, pesado, tedioso, apurando los segundos hasta las 10 décimas completas y los minutos hasta los 60 segundos enteros y verdaderos. Ni uno solo se dejaba atrás el muy cabrón. 20 minutos 20 segundos marcaba cuando mi trote pereció. Les confieso que podría haber aguantado 5, tal vez 10 minutos más, pero la cuestión es que me estaba cagando, y no precisamente de miedo, y todos los que se llaman corredores saben bien de la incompatibilidad existente entre este deporte y las ganas de sacar la leña al patio, todo un dilema en el que uno se esfuerza por tirar para arriba, mientras los elementos y la gravedad tiran hacia abajo. Aflojé pues el paso y me dejé llevar por las sensaciones. Horribles todas ellas, les reconozco, un estupenda ensalada en la que se mezclaban el desconcierto fruto del hastío con la sequedad de garganta, la falta de aliento en el pecho, el reflujo esofágico, el vientre pidiendo alivio y las piernas sobrecargadas. Había vuelto.

Almasy©




VANGELIS: BSO Carros de Fuego


3 comentarios:

Laura Glez dijo...

jjajaajaja lo de que te cagabas no era sino otra de las nobles excusas? :P Yo ayer, sin ir más lejos también me enfudé las zapatillas y me fui a correr con el perro, ya era hora :P
un saludo Jai

Anónimo dijo...

http://www.youtube.com/watch?v=P7SVBzWobIQ

Alicia

Pablo Fdez dijo...

Jajaja!
Grande Señor Jaime.
Me alegra leerte de nuevo.
Un fueerte abraazo!

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