jueves, 8 de enero de 2009

54. ¿Complejo yo? ¡Tururú!


Les convido a que comiencen este 2009 con optimismo, ¿por qué no? A que pongan un trallazo de júbilo en sus vidas y hagan caso omiso de los agoreros apocalípticos que insisten en amargarnos la existencia lamentándose cansinamente de cuanto mal dicen que nos acecha en el espacio-tiempo que nos ha tocado vivir. Muchos de estos sombríos pesimistas suelen tener también en boca una sentencia que a mí especialmente me desagrada sobremanera por lo que tiene de incierta, a saber: “¡lo que no pase en este país…!” Admitamos incluso que todos en algún momento la hemos pronunciado de soslayo, pero lo que resulta inadmisible es que para determinados sujetos se haya convertido en un dogma de fe con el que aleccionar a sus acólitos. Y por ahí este menda no pasa. E insisto en que mi frontal rechazo a esta cantinela no se basa en utópicos amores por esta nación que me ha tocado en suerte o en desgracia - ¡los dioses me libren! -, sino porque no hay más que viajar un tantito para constatar que muchos otros estados de esos que calificamos como punteros, no nos llevan tanta ventaja. Bien es cierto que esta personal creencia no nos exime de continuar buscando mejoras, soluciones duraderas, avances en esto, en lo otro y en lo de más allá; pero sí es un canto a perder ese complejo de inferioridad del que solemos hacer gala y con el que parece que más de uno se siente ciertamente cómodo.

El que suscribe percibe un país que en apenas treinta años ha prosperado más y mejor que la mayoría de los que conozco o sobre los que he leído y que con sus vicios y virtudes ha conseguido asentar, entre otras, dos bases fundamentales en las que creo especialmente: la educación y la sanidad públicas. Ahora se trata no solo de no perderlas, sino de consolidarlas para que se afiancen como la envidia del mundo mundial, algo que por otra parte ya son. Y como estas mil: los ingleses contemplan estupefactos la solvencia y puntualidad de nuestro transporte público, los italianos que precisan de algún trámite administrativo constatan como lo que en Roma les cuesta veinte días de larga espera, en Madrid se soluciona en apenas unas horas y los alemanes suspiran cada vez que vislumbran la recogida diaria de nuestra basura frente a la suya cuasi quincenal. ¿Chovinismo ciego por mi parte? ¡Ni por el forro! Soy perfectamente consciente de los cientos de miles de cosas que hacemos mal, pero oiga usted, es que también hacemos multitud bien y en otros sitios tampoco están para tirar cohetes en numerosísimas facetas. Y mira que dicen que mal de muchos consuelo de tontos; sí, sí, lo que tú digas, pero consuelo al fin y al cabo, ¡no te jode! Eso me suena a cuando los docentes advertimos al alumno que pretende copiarnos en el examen que se engañaría a sí mismo, mientras que él, con buen criterio, piensa para sí: "¡no, mire usted, si copio y no me trincas al que engaño es a ti!"

Desprendámonos pues de tanta losa y tanto lastre y comencemos a sacar una miaja de pecho por todo lo mucho y bueno que sale de nosotros. Repitámonos al unísono: ¡valemos un huevo y parte del otro! y dejemos de contemplar al vecino de al lado como si nos diera sopas con honda hasta en el carnet de identidad. Y que conste en acta que no me he caído recientemente en una marmita de buenismo ni estoy en tratamiento con pastillas efervescentes de ofuscada ilusión. Tampoco son los efectos de los cavas que he ingerido en estas fechas los que me sugieren estas líneas. Simplemente hoy me he permitido decirme algo que me han insinuado recientemente y que quisiera hacerles extensible: “Queda prohibido (…) no sentir que sin ti, este mundo no sería igual”. Mañana probablemente me encabrone de nuevo, me cisque en todo lo que se meneé, me frustre, me deprima y vuelva a infravalorarme; pero una vez al año, y a como dé lugar, un pellizquito de entusiasmo no hace daño. Prueben.

Almasy©

Playing for change: "Stand by me"

3 comentarios:

Almasy dijo...

Un premio especial y sorpresa para el primer comentario del 09

Anónimo dijo...

Pues a mí no se me escapa esa camiseta firmada por el autor del blog...la envidia del mundo literato que voy a ser...vaya haciendo el paquete que aquí está mi comentario en forma de interrogante:

¿Será posible que sea sólo el fútbol quién consiga que la multitud grite orgullosa eso de "Yo soy español, español"?

Kloud dijo...

Yo estoy de acuerdo y en desacuerdo contigo Jaime xD

Si bien como dices tenemos nuestras cosas buenas, tenemos también una piñata bien cargada de caramelos agrios. La SGAE imponiendo su gran "canon contra la piratería". Pero vamos a ver... ¿quién es el pirata? También gran parte de la sociedad es retrógrada (no creo que se pueda hacer nada contra esto, pero es que... esto frena muchas cosas), y por no hablar del código penal, que muchas veces leo noticias y juicios con algunas sentencias que dan ganas de echarse a llorar.

Bueno, lo único que quiero decir, es que se puede mejorar, y mucho xDDD

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