martes, 24 de abril de 2012

193. Se acabó



Se acabó el musical, chicos, se acabó. Se acabaron esos ensayos de recreo en el que me coinciden tres bailes y solo tengo un cuerpo con el que ser y estar. Se acabó lo de devorar el bocata deprisa y corriendo porque hay que terminar un ocho de la coreo que se nos está atravesando. Se acabaron esas séptimas en las que me quedo a ensayar porque la comida y la siesta pueden esperar un rato más. Se acabaron los cuadrantes imposibles y los cientos de miles de emails a todas horas –literal. Se acabaron los “Jaime, no me puedo quedar hoy a ensayar porque tengo conservatorio, o danza, o inglés, o curro…” y también las respuestas rollo: “No pasa nada” –cuando la excusa me pillaba de buen humor– y también las que iban más en la línea de: “Si sigues faltando no puedes seguir en este proyecto” –cuando el enfado, el cansancio y a veces hasta la desesperación hacían acto de presencia. Que lo hicieron–. Se acabaron los subidones cuando la cosa avanzaba, y también los bajones cuando parecía atascarse y no tirar hacia delante de ninguna de las maneras. Se acabó lo de pasar lista, revisar el estado de la cuestión amenazando con cortar cabezas a los más díscolos, arreglar canciones, colocar voces, comprar vestuario... Se acabaron los mensajes de ánimo y hasta alguna que otra bronca con sabor a ultimátum.
Poco importa ya si en el estreno, cuando dimos a luz un proyecto de todo un año en el que por encima del resultado me quedo con el proceso, se atrancó un paso, se fue un texto, no nos dio tiempo a cambiarnos o se nos deslizó algún gallo. Poco importa si una luz entró tarde, si un audio se coló antes de tiempo o si la petaca del micro no respondió como hubiésemos deseado. E importa poco porque el envoltorio en su conjunto fue tan extraordinariamente bello que disfrazó cualquier posible imprevisto de esos que le retuercen a uno el gesto y hasta le provocan alguna lágrima. E importa poco porque acertamos y nos equivocamos juntos, como un equipo, unidos por un proyecto común, por un latido compartido, por los eslabones de una cadena única, por una indivisible pulsera enmarañada en todas y cada una de nuestras muñecas.

Se acabó. Pena, penita, pena, que se acabó.

Almasy©




KARL JENKINS: "Adiemus"

4 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Qué grande eres, Jaime!
Gran entrada, me ha encantado. Y sí, es una pena, anónimamente... todos tus alumnos siempre tendrán un gran recuerdo de un profesor que arriesgo horas y horas para hacer felices a unos chavales! Muchas grcias, de corazón! :)

Anónimo dijo...

Jaime muchas gracias por todo,eres aparte de un gran profesor una mejor persona,gracias por aguantarnos y usar tu tiempo libre en nosotros porque sin ti esto no hubiese pasado.Solo espero que este no haya sido el final de los musicales del Rayuela,porque cada año damos un paso adelante y nos superamos a nosotros mismo porque valemos mucho y es algo que hace falta en nustra vida porque el instituto sin musical no seria lo mismo.

Gracias¡¡

Clara dijo...

¡¡¡Felicidades!!!
Por el qué, el cómo, el cuándo, el dónde y el cuánto.
Y sobre todo, por los quiénes.
Chavalería que se muestra otra cuando sube a un escenario. O cuando hace lo necesario para que disfrutemos viéndoles.
Cuando me los cruzo después en los pasillos, me viene la sonrisa a la boca.
Y a l@s profes, mi agradecimiento. Y mi admiración.
A ti. A ti, Jaime.

Anónimo dijo...

Madre mia, que alegría el poder haber estado este año en el proyecto. Este año a mi parecer ha reinado el buen royo y la amistad sobre todas las cosas.. por encima de todos los errores o fayos que hayamos tenido en el escenario... lo que había debajo de él era lo más grande y bonito que se ha podido crear jamás.
Y tenemos muchísima, pero que muchísima suerte de haber sido dirigidos por alguien como tú, que ha comprado el envoltorio más fino, bonito y brillante que había en la tienda del apoyo y el cariño en momentos dificiles.
Con ese humor especial que te caracteriza y esas palabras de apoyo por encima de cualquier regaño.. siempre intentando buscar la solución más acertada para todos.

Gracias a ti por habernos unidos a todos bajo el nombre de este proyecto. Ese proyecto que estoy segura que sin tu dedicación y ánimo hacia todos nosotros no habría sido posible.

Ójala y todos los directores de compañías fueran como tú.

Se acabó.. si.. esperemos que tan solo sea por un espacio breve de tiempo :)

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