jueves, 17 de noviembre de 2011

177. José Luis ante el espejo

Te vas José Luis. O te echan. Según se mire. De hecho, bien pareciera que hace siglos que te hubieses ido, pese a que mientras no se demuestre lo contrario sigues figurando todavía legítimamente a la cabeza de este ente que nos atrevimos a llamar España.

Fíjate que te miro a los ojos y veo cansancio y hasta bondad. Percibo a un tipo que habrá podido hacer las cosas mal, incluso muy mal, pero que nunca ha encerrado maldad. Tal vez un pellizco de contumacia, un tantito de ineptitud y quién sabe si hasta un puntito de utopía mal encaminada; sin embargo, vive Dios que te escruto una y otra vez y no acierto a contemplar en tu mirada a ese Maligno del que hablan algunos. Tanto es así que me atrevo aventurar que la historia, que para bien o para mal siempre pone a cada cual en su sitio, te recordará por haber tenido el infortunio de tocarte bailar con la más fea.

Créeme que me pongo en tu lugar y te compadezco, incluso lamento que atravieses este trance, aunque entiendo perfectamente que compasión y lástima no sean precisamente sentimientos que a uno lo puedan reconfortar.

Supongo que ya cuentas los días, las horas, los minutos que restan para dejar tu cargo, para distinguir a los amigos de la corte de aduladores que acostumbra ubicarse al rebufo del que manda, para dejar el ruedo y situarte cómodamente en la barrera. Esa desde la que se ven los toros pero no se siente su aliento, su peligro, donde no salpica la sangre del astado recién picado ni se atenazan las tripas por el miedo, donde siempre pareciera que sabe hacerse lo que corresponde. Esa misma barrera que, no lo olvidemos, otrora te aclamaba, ruge ahora enfervorecida reclamando tu muerte pública.

Y es que para el próximo 20-N, fecha en la que para superar la trasnochada Dictadura llama a las urnas una descafeinada Democracia, te vas con la música a otra parte y no puede sino invadirme un ápice de nostalgia pensando en perder de vista tus vivarachas cejas, tu talante, tu manojo de brotes verdes que nunca acabaron de florecer. Sin embargo, no te apures, pues no haces sino caminar hacia otra vida. Tal vez mejor. De hecho, te pronostico que conocerás entonces el buen sabor de boca que deja el pronunciarse como te venga en gana. Tocarán a su fin pues, si lo estimas oportuno, el saber estar a como dé lugar, la corrección política, el no poder devolver a tu enfurecido interlocutor lo que se te pasa por la cabeza. “¡Váyase usted a la mierda!”, podrás espetar entonces a quien corresponda. Te aseguro que te admiro por su paciencia y contención, pues un servidor en tu lugar no conseguiría acabar un mandato como el tuyo sin perder los papeles y recurrir a cuarto y mitad de garra y colmillo.

Se acabó para ti pensar en empresas tan complejas como el Estado del Bienestar y la Integración Europea, que solo de pronunciarlas da pereza. Concluyó también eso de soportar a los más de cuarenta millones de presidentes del gobierno que saben cómo tienen que hacerse las cosas (“Eso lo arreglaba yo fácilmente y rapidito”), de escuchar paternalismos baratos (“A mí, ¿qué me va a contar usted que yo no sepa?”), acusaciones gratuitas (“Eso lo hace usted así porque no le afecta”), presunciones de culpabilidad varias salpicadas de premeditación y alevosía (“Lo hace usted mal aposta”), aviesas sentencias (“El poder le ha hecho perder el norte”) y hasta torticeros análisis de la realidad que nos ha tocado vivir (“Todo lo malo que ha ocurrido es culpa de usted y todo lo bueno obra y gracia de Dios”).

Mas, respira tranquilo amigo y regocíjate junto a este que te habla, tu reflejo en el espejo, pues si todo finalmente acontece como parece que va a acontecer, el próximo 21 de noviembre soplarán aires renovados con soluciones definitivas que nos liberen de esta ciénaga en la que estamos atrapados, se tomarán las medidas necesarias para reconducir todas y cada una de las situaciones descarriadas en las que nos hayamos inmersos y frente al hastío vital, la incertidumbre y la desazón que padecemos en este instante, se harán fuertes el optimismo, la fe y la esperanza. Sobre todo mucha esperanza.

Almasy©

Bye Bye Ríos (VVAA)


4 comentarios:

Anónimo dijo...

Querido Jaime: Del árbol caído no hay que hacer leña, pero sí justicia.
No hablo de la desastrosa gestión económica (¡es tan evidente!). No, baste con mencionar su relativismo nacional (lo del discutible y discutido del término nación) que indica su ignorancia; su nuevo estatuto para Cataluña; su negociación con los asesinos (gracias a él ya Rubalcaba los volvemos a tener en los ayuntamientos, en las Cortes y en el Parlamento vasco y quién sabe si incluso ocupando en breve el gobierno autónomo para volver a imponerse por la fuerza, la amenaza, la muerte y el amedrentamiento); su revanchismo con eso de la Memoria Histórica; su obsesión contumaz por aislar a la derecha y negarle el pan, el agua y el aire, queriendo acabar así con la democracia, a menos que por "democracia" no entienda la "democracia popular" a la RDA;su cursi y autoritario igualitarismo en todos los campos (bibianismo, orwelliana mutilación de la lengua y hasta del inconsciente colectivo, propio de los socialistas: el "ellas y ellos", la revisión de los cuentos folklóricos infantiles desde el prisma revanchista feminista más inculto y rabioso, etc.). No sigo más. Creo, sinceramente, que Zapatilla, amén de beocio, es francamente malo, intencionadamente malo.
Un abrazo.
Mariano Aguirre

Anónimo dijo...

¡Uffffff! ¡Qué pereza!

Anónimo dijo...

Podemos estar tranquilos, pues el pueblo español, haciendo gala una vez más de su inagotable sabiduría ha otorgado poder absoluto al Partido Popular.
Ahora Mariano,adalid de la eficacia, la generosidad, el diálogo y líder de la derecha, la más aférrima enemiga de la injusticia, la desigualdad y el revanchismo, guiará a España hacia un nuevo horizonte libre de toda crisis: los parados encontrarán empleo, los enfermos sanarán, no serán necesarios ni colegios ni universidades para ser sabio y la paz triunfará en todo el reino, castigando a los malvados.
Todo ello gracias a la ayuda de Dios y de su magnánima Iglesia y, como bien apuntas, Jaime, con Esperanza.

Álvaro Díaz Sánchez

Dolores Carrillo dijo...

"Spain is different". Así quiso presentar a España el franquismo al mundo en la década de los 70. Como si no lo supieran. Un eslogan certero entonces y más que apropiado hoy. Justicia, según la RAE (Real Academia Española de la Lengua para quien dude), es una de las virtudes cardinales, lo que no supone dotar de virtud a quien emplea el término. Hacer justicia es noble, salvo que se utilice como mera herramienta demagógica. De esto en España hay maestros. La justicia y el perdón fueron buenos argumentos transitorios para el futuro de España para sectores que ahora no quieren dialogar ni perdonar. Los mismos que acusan de revanchismo y división. Tal vez porque un ambiente crispado les es más favorable para que sus manidos discursos sobre el caos inminente resulten más convincentes. Manifestar que se ha negado "el pan, el agua y el aire" a la derecha para acabar con la democracia es una buena manera de justificar las campañas mediáticas ejecutadas por TeleMadrid, Intereconomía, La Razón o El Mundo. Dan voz a quien no la tiene y de paso salvan la democracia. Los discursos simplistas y simplificados de la mala gestión económica se hunden en un análisis profundo que pone de manifiesto que la política no la hacen los políticos, sino la industria financiera. Invito a ver "Inside Job" por ser un buen análisis empresarial y gubernamental de la situación global. Y como "este país es así", al que le de pereza que continúe viendo "El gato al agua".
Buenas noches y buena suerte.

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