Poco importa que
apagues la luz o que
me saques los ojos.
Sigues en mí cuando cierra la noche.
Permaneces hasta en tinieblas.
Soy el escultor que te moldeó sin molde.
La arcilla de tu boca todavía rezuma humedad.
Tengo hambre, tengo sed.
Mis manos la buscan para saciarse.
Me amamantas hasta que caigo rendido.
Dormito en tu pecho.
No se ha hecho todavía
la campana que pueda despertarme.
Rompiste mis tímpanos con tu gemir desenfrenado.
No puedo sino volver a tu boca.
Leer tus labios.
¡Ciego como estoy!
Adivinarte desde la saliva que me trasvasas.
No acierto a oírte,
y sin embargo te escucho.
Tengo envasado el almizcle que despedías
en frascos de 50 mililitros.
Anestesian mi dolor cuando aprieta.
Insisto en desangrarme
sobre tu vientre hinchado.
Sabes eternamente a barro.
Lo intuye la lengua que me arrancaste aquella noche sin
reglas.
Te presupuse incluso mutilado.
¿Recuerdas?
Tu sexo no acertó a esconderse.
No supo. No pudo. No quiso.
Almasy©
(A mis pequeñas truchas M-P-J y muy en especial a nuestra gurú I)
CARMEN BOZA: "Delirios y de éxtasis"
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