domingo, 12 de abril de 2020

273. Treinta y seis asaltos (Miradas sobre el ring) II

14. Roger

Exhala el humo de su cigarrillo y en su cabeza golpean los años en que cubría grandes eventos y estuvo a punto de convertirse en redactor jefe. Pero los tiempos cambian. Ya nadie compra periódicos. Ya nadie lee crónicas. Ahora solo valen los 140 caracteres.

15. Árbitro

El ruso ya ha tirado tres golpes bajos y no se ha atrevido a amonestarle. El americano responde con dos cabezazos que también se traga. En plena Guerra Fría hace falta tener sangre caliente para veladas de este calibre.

16. Underdog

Uno no se acostumbra a perder. Ni siquiera aunque nunca haya ganado. En el sexto lanza un upper poco ortodoxo que alcanza el mentón de su oponente y lo manda a la lona. El árbitro termina la cuenta y alza su brazo. Parpadea por tres ocasiones buscando despertar del sueño.

17. La calle

Stevie les abre siempre las puertas aunque no vea un penique. Sabe que un muchacho más en el gimnasio es una pistola menos en la calle.

18. Million Dollar Baby

Podría haberle dado por el fútbol, el baloncesto o cualquiera de esos deportes individuales como el tenis o el golf donde si brillas puedes acabar tu carrera nadando en dólares. Pero a ella solo le gusta boxear.

19. Cutman

Nunca vacila. Ejecuta rápido y en silencio. Como esas hormigas que trabajan incansables a tus pies sin llamar la atención. Su colega Spencer se coló con el coagulante en la última pelea por los pesos pesados y se acabó para siempre.

20. Dieta

Se obliga a que no haya nada en la despensa fuera de lo previsto para evitar tentaciones. A fin de cuentas solo es un boxeador.

21. Uno, dos

No tiene un gran repertorio de golpes. De hecho sólo maneja con solvencia el uno, dos. Y eso encima de un cuadrilátero es mucho.

22. Mayweather

No es bueno para un boxeador retirarse invicto. Uno nunca sabrá si fue el mejor o le despejaron el camino.

23. Las vendas

Siempre le venda Ángelo sin mutar una sola palabra. Nunca permite que nadie que no sea él toque sus manos antes de un combate. No recuerda una sola vez en la que Ángelo no haya encontrado el punto justo. Ni demasiado apretadas como para perder la sensibilidad ni demasiado flojas como para sentir que uno no tiene el control.

24. Tyson

Es un toro con forma de hombre negro pequeño pero compacto. Casi siempre el combate resulta innecesario. Apenas mira a su adversario antes de que suene la campana ya ha ganado.

25. Rendición

Todos saben que acostumbra a besar la lona no menos de dos veces por noche. Es descuidado en defensa. Todos saben que siempre se levanta.

26. Esquivas

Siempre me preguntan que cómo lo hago. Me refiero al serpenteo de mi torso, la forma en la que oscilo con mis hombros, el indómito cabeceo, las piernas veloces. Siempre contesto que no soy yo. Es mi instinto.

27. La bolsa

No hay día en el que no descubra tras la ducha que le faltó por meter algo. Ayer la ropa interior, hoy el champú y mañana seguramente la toalla. Lo único que jamás olvida son las ganas que lo condujeron hasta allí.

28. Sugar Ray Robinson

En Ailey, Georgia, los niños no juegan a indios y vaqueros, no se persiguen, no se esconden, no tiran piedras al lago. Sólo juegan a ser Sugar Ray.

29. Colgar los guantes

El del sábado será el último. Se lo ha prometido a Susan y a sus padres. No tiene miedo al sábado. Solo al domingo.

30. Don King

-Mikey, tienes que hacer esa pelea en Las Vegas en abril.

-Pero Donald, no estoy preparado y además esa pelea no me aporta nada profesionalmente.

-Las Vegas. Abril.

31. Entre rounds

Pasea cada cartel sobre el ring con una sonrisa que esconde a la camarera que salió de Alabama. A la aspirante a modelo que llegó a Los Ángeles con una mano delante y otra detrás. En el anuncio del octavo se trastabilla por culpa de esos tacones eternos y besa la lona. No teme el daño, sino las risas del público. Nadie repara en lo ocurrido.

32. Muerte en el ring

Cuando uno va a la guerra nunca piensa en que puede morir. Tiene miedo, contempla opciones de posibles daños, piensa en la familia que deja atrás; pero en realidad la muerte no deja de ser algo que solo le ocurre a los demás. A lo sumo repara en lo que sentirá cuando mate a alguien. Todo el mundo llora al caído. ¿Pero qué pasa con el verdugo?

33. Todo el mundo tiene un plan

-No, no, no y mil veces no. Teníamos una estrategia clara. Centrarnos en defender hasta el tercero y a partir de entonces contragolpear aprovechando que acostumbra a bajar las manos cuando aparece el cansancio. ¿Qué coño ha pasado ahí arriba?

-Simplemente que con su primer jab en mi cara también se llevó mi estrategia.

34. Susan

Por alguna extraña razón siempre se sintió atraída por los boxeadores valientes. No era ninguna de esas muñequitas estúpidas que revolotean en torno a las grandes estrellas en busca de fama ni dinero. Tampoco anhelaba la figura de un macho alfa protector que ahuyentara los moscones y la hiciese sentir como una princesa de cuento. Ella simplemente los amaba porque tenían sus mismas agallas.

35. Balboa

-Vamos Balboa, vamos, no pares, respira, lanza el uno-dos mientras avanzas, sube esas rodillas, ayúdate con los brazos, la zancada, Balboa, la zancada, he visto ancianas octogenarias con mejor zancada que tú, talonea, las piernas paralelas, no dejes caer la cadera, la mirada al frente, no bajes la cabeza, vamos Balboa, vamos, solo restan 72 escalones para la gloria.

36. El mejor

-El mejor fue Sugar Ray. No me discutiréis que fue él quien cambió la forma de moverse.

-Vamos, chico, vamos, no querrás comparar a Sugar con Ali. En los años ´40 cualquiera que no fuese un inglés con un palo metido por el culo podría haber revolucionado el boxeo, pero Alí es otra cosa. Él lo elevó a la categoría de arte.

-Alí era un bocazas. Y no tenía la pegada de Tyson. Tyson solo hablaba en el ring.

-No olvidéis que Marciano se retiró invicto.

-Marvelous Marvin Hagler. Sí, no me miréis así. Jamás fue noqueado.

36 asaltos

Solo le restan 3 combates y tocará el cielo con sus puños. Solo 3 más. 36 asaltos. 108 minutos de lucha frente a los escasos 33 para coger aliento. Nada más y nada menos.

Almasy®

  

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